En España cada vez es mas común la existencia de asociaciones que dicen producir marihuana de forma colectiva para distribuirla exclusivamente entre sus socios. Barcelona, Madrid y Bilbao son algunas de las ciudades donde durante la última década han proliferado este tipo de clubes, lo que aparentemente se debe a una ambigüedad legal que mantiene a autoridades y consumidores de cannabis en un tira y afloja constante. Las primeras agrupaciones de este tipo surgieron hacia 2001 y, a pesar de puntuales intervenciones policiales, su número se ha incrementado hasta el punto de que actualmente se desconoce cuántas funcionan en España.