''GUERRILLERO''

Mujica explicó que el proyecto de regulación de la marihuana es una “prueba social”

El presidente José Mujica, aseguró que de su época de guerrillero, aún hoy mantiene “la misma motivación por la preocupación social de tratar de contribuir para conseguir una sociedad con mejores relaciones humanas, más justa y más equitativa”. Por otro lado, afirmó que el proyecto de regulación de la marihuana es una “prueba social”.

Mujica fue interrogado si en los años »70 probó marihuana», a lo que contestó en forma negativa.

El diario brasileño Zero Hora, como tantos otros medios internacionales, también se interesó por la personalidad y el pensamiento del Presidente Mujica.

En tal sentido el periódico realizó una entrevista al mandatario en su chacra de Rincón del Cerro, en la cual lo consultó por el proyecto de legalización de la marihuana, el MERCOSUR, y sus años como guerrillero.

El periodista de Zero Hora describe que Mujica viste de calzado deportivo, luce “despeinado y sin afeitar”.

Lo define como una persona “bondadosa”, con “simplicidad”, y que el mundo ha aprendido a verlo como auténtico. Al mismo tiempo repara en su perra Manuela, la cual perdió una de sus patas en un accidente.

Al ser consultado por su pasado guerrillero, el jefe de Estado asegura que continúa siendo un tupamaro. “No dejé de serlo. El tupamaro se rebelaba contra la injusticia. Hay otros caminos, otras circunstancias, pero la manera de ver la vida continúa siendo la misma”.

En tal sentido, aseguró que aún mantiene la misma “motivación por la preocupación social, de tratar de contribuir para conseguir una sociedad con mejores relaciones humanas, más justa, más equitativa, donde lo mío y lo tuyo no separe tanto a las personas”.

Prueba social

Por otro lado, el mandatario fue consultado por el proyecto de Ley de regulación de la producción y venta de marihuana, ya aprobado por Diputados y en Comisión de Salud del Senado.

Explicó que la intención es regular un mercado que ya existe. “El mercado no lo inventamos nosotros, ya existe”.

“Tratamos de intervenir en ese mercado porque el narcotráfico es peor que la droga, nos trae otros problemas sociales terribles, porque degrada el mundo delictivo, que tenía valores, los deja por el camino y lo arregla todo con plata o muerte”, dijo el Mujica.

Agregó que en el mundo delictivo también había una escala de valores, pero el narcotráfico significa una degradación en la ya degradada conciencia delictiva. Es como tocar fondo, es dentro de la cultura del delito agravar todo lo peor del delito. Entonces, después las consecuencias sociales van más allá del narcotráfico y toda la delincuencia se hace desproporcionadamente violenta”.

“Tratamos de arrebatar ese mercado al narcotráfico legalizando el consumo de la marihuana, pero controlándolo, es decir, dándole a la persona que es adicta una ración mensual y si se quiere pasar, entonces le decimos que la tenemos que tratar desde el punto de vista médico”, explicó Mujica.

Argumentó que si la persona que consume, se mantiene en el mundo clandestino, entonces no se lo podrá  identificar y quedará “regalado” al narcotráfico.

“Para combatir al narcotráfico hay que robarle el mercado dejándolo sin negocio, si lo logramos, no lo sabemos. Lo que pedimos es el derecho a experimentar ante el evidente fracaso que supone la vía represiva. El narcotráfico es un fenómenos capitalista típico como tiene alto riesgo tiene alta tasa de ganancia, porque es un negocio monopólico”, dijo.

Mujica añadió que “la represión asegura el monopolio a los pocos que están en el negocio”. Lo que el gobierno pretende hacer es un “ensayo”, una “prueba social”.

Al ser consultado sobre la posibilidad de que otros países tomen el ejemplo uruguayo, el mandatario respondió que “puede ser que algo se aprenda”.

También fue interrogado si en los años ‘70 probó marihuana, a lo que contestó en forma negativa. Agregó que “las drogas son tan viejas como el mundo, han existido siempre, como la guerra del opio en China, pero el narcotráfico es un fenómeno moderno”.

Por otro lado se refirió a la actitud de Argentina con respecto al MERCOSUR. “Creo que Argentina tiene un proyecto, y todo el derecho a tenerlo, al estilo de 1960. Creen en solucionar los problemas y se van cerrando cada vez más. Puedo entenderlo si esa fuera la política general de todo el bloque regional, pero cerrarse a los propios países del MERCOSUR me parece que le quita el sentido al acuerdo”.

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