Las cárceles en México se han convertido en una parte más del ciclo que alimenta y vuelve más fuerte a la delincuencia. Cada año México gasta 12 mil millones de pesos en la reclusión de cerca de 227 mil personas. ¿El resultado? Motines, mercados cautivos de consumo de drogas y centros de operación para extorsionadores, secuestradores y capos del narco. En los últimos años, debido al combate al crimen organizado, la sobrepoblación carcelaria se incrementa.