Uruguay legalizó la marihuana en 2013 y se volvió el primer país del mundo en regular su mercado. Si bien el objetivo de la medida fue disputarle el negocio de esa droga a los narcos, los activistas no comparten ese enfoque y buscan una mirada más desde una perspectiva de derechos. La legalización fue un cambio fundamental pero para los usuarios de cannabis la reglamentación “lo vuelve insuficiente por lo restrictivo, por el énfasis en el control y por el propio registro hace que haga falta una mayor apertura y una implementación integral e incluso un ensanchamiento de sus marcos”, dice Julio Rey, cultivador y Referente de la Agrupación de Cultivadores de Cannabis del Uruguay (Acca)