Desde diciembre de 2013, Uruguay es el primer país del mundo que ha legalizado la producción y venta de marihuana. La distribución del cannabis está prevista por tres vías: el autocultivo, la inscripción en un registro que dará acceso a la sustancia en las farmacias o la entrada en un club canábico. El Gobierno uruguayo todavía no ha habilitado ninguna de estas formas de consumo, pero en la práctica el autocultivo de la planta se halla en pleno auge a la espera de que la ley tome forma.