El Tribunal Constitucional italiano ha revocado la ley sobre drogas que triplicaba la pena para aquellos condenados por posesión o consumo de 'drogas blandas' como el cannabis. La normativa era considerada una de las causas de la superpoblación de las cárceles del país. La denominada ley Fini-Giovanardi equiparaba el uso, posesión, o venta de todas las drogas, ya fuesen duras o blandas, por lo que una persona acusada de vender hachís podía ser condenada a entre seis y veinte años de prisión o a pagar una multa de entre 26.000 y 260.000 euros.