El 1º de marzo finalizó la amnistía legal para que los cultivadores de marihuana registren sus “plantíos existentes” en el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca). El hecho pasó desapercibido porque coincidió con el cambio de mando presidencial. Aquellos cultivadores que no se registraron están expuestos desde entonces a recibir sanciones, que oscilan entre un “apercibimiento” hasta “la denuncia respectiva ante la autoridad judicial competente”.