Los países del mundo culminaron en Nueva York la Sesión Especial de la Asamblea General sobre el problema mundial de las drogas. Tras años de negociaciones, queda una declaración política y muchos discursos que reflejan, en mayor o menor medida, una ruptura del consenso internacional frente a la prohibición de sustancias psicoactivas. Tras la aprobación de la declaración en apenas dos minutos en el primer día, los delegados de gobierno prosiguieron a enunciar lo que rescataban del documento como ganancia, mientras se lamentaban por todo lo que quedó faltando.