La anunciada legalización en 2017 del consumo de marihuana en Canadá ha iniciado una auténtica quimera del oro de inversores y empresarios para controlar un mercado que se valora en miles de millones de dólares al año. A finales de mayo, la Policía de Toronto ejecutó una redada en varias decenas de establecimientos que venden marihuana en la mayor ciudad canadiense. Los dispensarios de marihuana han estado funcionando de forma abierta en la ciudad desde meses sin que las autoridades actuasen contra ellos.