Uno de los enunciados de la "ley de la frontera" entre Estados Unidos y México dice que la droga viaja hacia el norte y el dinero hacia el sur. Esa verdad inmutable se está resquebrajando en el caso de la marihuana. California, Nevada, Maine y Massachusetts votaron la legalización del uso recreativo del cannabis. Ya son ocho los estados de Estados Unidos – más Washington DC – que han regulado el consumo de la droga ilegal. Al norte de la frontera, el gran consumidor está creando una industria para abastecer su demanda; en México, el mayor productor de marihuana del continente, la planta se persigue y continúa en manos de los traficantes.