En 13 departamentos de Colombia, los cultivos lícitos comenzaron a competirle a la coca, después de que el Gobierno firmó 29 acuerdos colectivos que atacan el alto índice de áreas sembradas. Mientras algunos hablan de 150.000 hectáreas, los más pesimistas elevaron la cifra a 200.000. En enero se pusieron en marcha dos estrategias que buscan reducir los números: erradicar 50.000 hectáreas de coca y sustituir otras 50.000 tal y como se pactó en La Habana. Es decir, acabar con 100.000 en 2017. Aunque es muy pronto para pasar al tablero a los abanderados del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS), para la Fundación Ideas para la Paz es primordial identificar qué está fallando y evitar que se repita la historia de un fracaso.