El Tribunal Constitucional anulaba la Ley 24/2014, reguladora de los colectivos de usuarios de cannabis en Navarra. Según el alto tribunal, no se puede dar por buena una ley “cuya finalidad es, como se deduce de su propio título, proporcionar cobertura legal a comportamientos que el legislador penal considera delictivos”. Si el Supremo considera que los clubes vulneran el Código Penal y su doctrina es constitucionalmente intachable, ya nadie puede legislar sobre este tipo de asociaciones, como no sea el Congreso de los Diputados, reformando para ello el Código.