Magistrados de los países latinos, que en su práctica profesional enfrentan a diario en juzgados y cárceles las consecuencias del prohibicionismo, proponen una reforma y armonización legislativas que diferencie claramente las respuestas penales según la naturaleza y gravedad del delito. Piden que las penas sean proporcionales y tengan en cuenta las condiciones personales de los acusados, y posibiliten la excarcelación y la puesta en práctica de medidas alternativas.