Barcelona, 21 nov (EFE).- Un total de 59 asociaciones cannábicas -el 35 % de las 168 que funcionaban en Barcelona hasta el pasado mes de junio- han cerrado sus puertas después de las irregularidades detectadas en las inspecciones llevadas a cabo por técnicos municipales y por la Guardia Urbana.
El primer teniente de alcalde y responsable de Presidencia, Régimen Interior, Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, ha explicado que los cierres se han hecho efectivos para garantizar que estas asociaciones privadas de consumo de cannabis "cumplen la normativa y evitar que generen molestias a los vecinos".
La Guardia Urbana ha llevado a cabo, desde el pasado mes de junio, 168 inspecciones en locales de los diez distritos de la ciudad, en las que localizó irregularidades en 59 locales, en 49 de ellos muy graves.
De estos 49 locales, 38 fueron precintados, 8 cesaron su actividad antes de que se ejecutara la orden de precinto y los 3 restantes están aún en trámite para su cierre, aunque mantienen la actividad.
A esos 46 locales cerrados se han sumado ahora, en una segunda fase de inspecciones, otros 13 asociaciones que han sido igualmente clausuradas por el ayuntamiento.
Forn ha explicado que, entre las irregularidades detectadas, destacan, además de la carencia de los permisos administrativos necesarios, la presencia de menores en los locales, una ventilación y una salida de humos deficiente, publicitarse para captar clientes, la venta de bebidas y comida en el interior y no poder acreditar el origen del cannabis que vende.
El intendente mayor de la Guardia Urbana de Barcelona, Juan José Vilanova, ha explicado que las inspecciones, además del precinto del local, comportan además sanciones económicas cuya cuantía depende de la gravedad de la infracción cometida.
Las inspecciones llevadas a cabo por el consistorio y la Policía Municipal forman parte de un dispositivo de control denominado "Sativa".
Desde el pasado mes de junio, el consistorio ha dejado en suspenso los trámites necesarios para la apertura de nuevos locales y, a pesar de ello, se ha detectado la aparición de 10 nuevos locales, a los que ya se ha abierto expedientes de cese de actividad.
Está previsto que el próximo mes de junio esté lista una nueva normativa que establezca las condiciones de apertura de los locales, pero, mientras tanto, el consistorio está trabajando en una nueva regulación que determine en qué condiciones pueden abrir las asociaciones y con qué requisitos deben desarrollar su actividad.
El secretario de la Federación de Asociaciones Cannábicas Autorreguladas de Cataluña (FEDAC), Ángel Benito, ha lamentado, por su parte, que el proceso para regular la situación de las asociaciones sea tan lento.
"Esperábamos que estuviera más avanzado", ha dicho Ángel Benito, que ha asegurado que "en Donosti, que es una ciudad más pequeña, hay una mayor regulación" de este tipo de asociaciones.
Benito ha lamentado asimismo que la FEDAC lleva dos años pidiendo regulación, ya que, ha explicado, "cierran locales diciendo cuál es el problema, pero sin especificar cómo solventarlo, podemos subsanar una contaminación por humo, pero deben decirnos hasta qué punto".
Según datos de la Agencia de Salud Pública, el cannabis es la sustancia ilegal que tiene un consumo más extendido entre todos los grupos de edad.
El año pasado en Barcelona, el 29,9 % de los hombres de entre 15 y 34 años y el 16 % de las mujeres de la misma edad aseguraron haber consumido esta sustancia en algún momento.