A diferencia de los debates sobre aborto o matrimonio igualitario, la legalización del cannabis careció de la presencia de organizaciones a favor o contra la iniciativa, manifestándose alrededor del Palacio Legislativo. Dentro del Parlamento, el público raleado irrumpió en aplausos por primera vez, tras la intervención del socialista Nicolás Núñez, a favor del proyecto.