Recientemente, la alcaldía de Bogotá, Colombia, ha instaurado un programa piloto de reducción de riesgos para tratar con marihuana la adicción a la pasta base de cocaína (PBC). El programa se ha iniciado con 15 personas con una fuerte adicción a la PBC, a las que se les suministrará marihuana durante 8 meses para evaluar su eficacia como tratamiento sustitutivo que ayude a los adictos a abandonar o reducir el consumo. Otros gobiernos, como el de Uruguay, están planteando iniciativas parecidas.