Aunque el espíritu del proyecto de ley que empezó a tramitarse a mediados de 2014 para permitir el uso de la marihuana medicinal en Colombia era facilitar el acceso de los pacientes a los medicamentos derivados del cannabis, con mejores precios y de calidad, ese objetivo al parecer se perdió por el jugoso negocio que representa el manejo de la producción, fabricación, importación y distribución de estos productos. (Minsalud defendió licencias para producción de marihuana medicinal)