La creación de este organismo surge a raíz de una ley aprobada por el Gobierno de Angela Merkel que permite el uso de la marihuana con fines médicos para enfermos crónicos y graves que, por ejemplo, sufren dolores o náuseas como consecuencia de terapias contra el cáncer. La puesta en marcha de la agencia ha sido bien recibida por el sector sanitario que considera razonable y adecuado que los pacientes puedan acceder a la droga previa prescripción médica.