Erradicación forzada y planes de sustitución voluntaria en el marco del Acuerdo de Paz avanzan de manera simultánea y, en ocasiones, en los mismos territorios, generando tensiones y desconfianzas entre los cultivadores. La estrategia para combatirlos no parece clara ni sostenible. Voceros de organizaciones como la recientemente creada Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam) advirtieron sobre el riesgo para las comunidades de erradicar sin planes a largo plazo. (Leer: "La sustitución será fallida si pensamos sólo en reemplazar una mata por otra" | El camino a la paz no es solo arrancar coca)