El 'milagro de San Martín' y los síndromes del 'desarrollo alternativo' en el Perú

Informe sobre políticas de drogas No. 34
Noviembre de 2010

brief34sEste informe sostiene que el modelo de desarrollo alternativo peruano conocido como 'modelo de San Martín' no es nuevo, tampoco es sostenible en el tiempo, y no es sustentable ecológicamente.

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Desde el 2007 el Gobierno del Perú, a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) y el mismo Presidente de la República más recientemente, vienen presentando el “Modelo o Milagro de San Martín” como el camino a seguir para restringir la oferta de drogas en una zona focalizada del país, anteriormente acosada por cultivos de coca, subversión terrorista, ausencia del Estado y daños ecológicos.

Este modelo tiene cuatro acciones complementarias dentro de una misma estrategia: primero, erradicación de los cultivos de coca de manera voluntaria y/o compulsiva; segundo, la erradicación es precondición para asegurar la gobernabilidad y seguridad de las zonas en donde se aplica la estrategia; tercero, coordinación de las diferentes actividades de entes estatales, privados, y de la cooperación internacional; cuarto, impulso de actividades económicas sostenibles.

La estrategia se propone demostrar que estas acciones son exitosas, para reproducirlas en otras zonas del país y en el exterior como única forma privilegiada y exitosa de reducir la pobreza, de proporcionar gobernabilidad, y de generar esperanza entre la población y los productores agropecuarios en las zonas en las que se aplica.

Don Rómulo Pizarro, presidente ejecutivo de DEVIDA, y los técnicos que lo acompañan en este esfuerzo, han logrado montar una enorme campaña publicitaria promocionando el modelo San Martín, el cual, sin embargo más nos hace recordar los milagros de su homónimo San Martín de Porres, aquel santo de la Iglesia que hacía comer en un solo plato a perro, pericote y gato.

Es así como han logrado poner el modelo en la agenda internacional mediante una resolución del 53 periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que a la letra dice:

“5. Acoge con beneplácito la propuesta del Perú y Tailandia de acoger conjuntamente un curso práctico internacional en Tailandia en noviembre de 2010, consistente en visitas a varias zonas en que se promueve el desarrollo alternativo y en debates con profesionales de ese ámbito sobre prácticas óptimas y experiencias adquiridas en materia de desarrollo alternativo, que se celebrará inmediatamente antes de una conferencia internacional sobre el desarrollo alternativo en la que participarán todos los interesados y que se organizará en estrecha colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito”. Un punto central de este seminario a realizarse en Bangkok es el debate sobre la pertinencia e imitación del “modelo San Martín”.

Sin desconocer sus éxitos de corto plazo, sostenemos que este modelo no es nuevo, y no es imitable ni sostenible en el tiempo. Por otra parte, el modelo no es sustentable ecológicamente, y deja intactos los ‘síndromes del desarrollo alternativo’.

Conclusiones & Recomendaciones

• Reduccion de daños al lado de los cultivos, con un desarrollo humano sostenible inclusivo - con la gente y con la coca legal- que respete las culturas y saberes locales, proteja la ecología, maneje los recursos naturales, y que fortalezca la institucionalidad social y pública.

• Promover un sistema de crédito eficiente, no usurero, proporcionar asistencia técnica permanente, ofrecer precios de refugio para protegerse de los vaivenes de los precios internacionales,

• Cambiar la estrategia de exportación por una estrategia de mercados interiores, no poner como precondición para el desarrollo la erradicación de cultivos, forzosa o ‘voluntaria’ y, dialogar con los agricultores sobre cultivos y economía alternativas, en zonas que son principalmente de aptitud forestal, agro-forestal y de ecoturismo.

• El Estado y la cooperación internacional deben facilitar y promover, más que donaciones y subsidios ciegos o indirectos, la inversión privada nacional y extranjera en las zonas cocaleras a través del impulso de sistemas de agricultura por contrato y creación de “clusters” o conglomerados territoriales que garanticen competitividad de actividades diversas, que no sólo deberían ser agropecuarias, sino de generación de ingresos familiares alternativos a los de la producción de coca con fines ilícitos.