Consolidando avances
Bolivia consolida logros en la reducción del cultivo de coca, y contempla la reforma de legislación obsoleta de drogas
Septiembre de 2015
Por el cuarto año consecutivo, Bolivia ha experimentado una reducción neta en el cultivo de hoja de coca, según la Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y el Delito (ONUDD). Un análisis de estos datos, realizado por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y la Red Andina de Información (RAI), revela que las políticas sobre coca de este país —basadas en la “reducción del cultivo de coca mediante la cooperación” antes que la erradicación forzosa— son responsables por esta reducción. Se estima que en 2014 el cultivo de coca en Bolivia ocupó 20.400 hectáreas, el nivel más bajo alcanzado en el país en más de una década.
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Los hallazgos del informe contrarrestan los estimados del cultivo de coca y las determinaciones anuales de la Oficina Nacional de Políticas para el Control de Drogas (Office of National Drug Control Policy, ONDCP) de la Casa Blanca, que identifica los países que, en el criterio de la Administración de Obama, no están cumpliendo sus obligaciones bajo las leyes internacionales de fiscalización de drogas. Se anticipa el anuncio el 15 de septiembre, la fecha límite legalmente estipulado. El Presidente estadounidense ha “descertificado” a Bolivia en los últimos 7 años, a pesar de reducciones en el cultivo de coca, y trabajo sostenido de interdicción. La ONUDD respalda su monitoreo con una metodología sofisticada y transparente. Los autoridades norteamericanos, por su parte, hasta la fecha no brindan una explicación clara de su propia metodología, que produjo un estimado de cultivo de coca en Bolivia que es 72 por ciento mayor que la de la ONUDD.
El informe de la RAI y WOLA, “Consolidando Avances”, muestra claras evidencias de los avances de Bolivia en los últimos años en la reducción del cultivo de coca.
“En su determinación, la Casa Blanca debe considerar los avances del modelo boliviano de enfatizar el desarrollo económico, cooperación con comunidades cocaleras y el respeto por los derechos humanos”, dijo Kathryn Ledebur, Directora Ejecutiva de la RAI y co-autora del informe. “Según nuestra investigación, éstos fueron los principales factores que impulsaron las consistentes reducciones, que suman al 34 por ciento entre 2010 y 2014.”
El caso boliviano contiene lecciones clave para el Perú y Colombia, los dos principales productores de coca en el mundo. Estos dos países andinos siguen aplicando campañas de erradicación forzosa a pesar de los daños que éstas causan y de su ineficacia para lograr reducciones duraderas del cultivo de coca.
“Los éxitos de Bolivia envían un mensaje claro: la erradicación forzosa del cultivo de coca no es efectiva ni justa, y únicamente conduce a ciclos de pobreza y violaciones a los derechos humanos — no a reducciones sostenidas en el cultivo de coca”, dijo Coletta A. Youngers, Asesora Principal de WOLA y co-autora del informe. “Mediante acciones para brindar a los productores de coca alternativas económicas y para permitirles el cultivo de pequeñas cantidades para consumo tradicional, Bolivia ha reducido la oferta de coca que se desvía hacia el mercado ilícito”.