Leyes de drogas y cárceles en Brasil
Sistemas sobrecargados: Leyes de drogas y cárceles en América Latina
El número de encarcelados por delitos de droga en Brasil ha crecido en los últimos 20 años, sin que esto haya logrado tener impacto en el tamaño de la oferta y consumo de drogas. Adicionalmente, el estudio revela que, en su gran mayoría, aquellos que están en la cárcel son los pequeños vendedores que representan el eslabón más bajo del tráfico de drogas, y no los grandes traficantes que se dedican al mayoreo y que sí están detrás del trafico en el país.
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La interrelación entre la intensificación de la represión contra las drogas y el aumento de la población penitenciaria desde los años noventa hasta hoy día es objeto de estudio. Los datos corroboran esa hipótesis en el caso de Brasil, como se verá en el estudio, en que se ofrece un repaso histórico de las leyes en materia de drogas, su evolución legislativa y su adaptación a las convenciones internacionales y, finalmente, se presenta un análisis de cómo la política represiva contra las drogas podría ser uno de los principales factores que explicaran el aumento de la población carcelaria en Brasil, especialmente en los últimos 10 a 20 años.
“Seguimos encarcelando a gente sin que esto tenga impacto alguno en el narcotráfico”, dice Luciana Boiteux, investigadora del capítulo de Brasil del estudio Sistemas sobrecargados: Leyes de drogas y cárceles en América Latina . “En  su mayoría, estos encarcelados son pequeños comerciantes de drogas,  arrestados por primera vez y pertenecientes al sector más pobre de  Brasil. Las largas penas de prisión refuerzan la marginalidad y la  exclusión social con la que se topa la gente pobre de Brasil”.
Según datos de diciembre de 2009,(1) Brasil cuenta con un total de 473.626 presos en su sistema  penitenciario, incluidos los detenidos en comisarías. Solamente en 10  años (de 2000 a 2009), la población carcelaria se duplicó, pasando de  unos 233.000 reos a más de 473.000. En cuanto al delito de tráfico de  drogas, que representa la segunda mayor incidencia de presos, en 2005,  el número de presos por este delito era de 32.880 (9.1 por ciento de la  población penitenciaria de Brasil). Para 2009, el número llegó a 91.037  (19.2 por ciento del total). Ver más datos aquí. 
“Los  datos revelan que a diferencia de la idea generalizada, la mayor parte  de los traficantes condenados no son, ‘por definición’, integrantes de  una ‘organización delictiva’, ni actúan necesariamente en asociación”,  dice la investigadora Boiteux. Por ejemplo, en el caso de Río de  Janeiro, el estudio revela que la mayoría de condenados por tráfico de  drogas (61.5 por ciento) son juzgados individualmente, es decir, que  fueron detenidos solos; el restante fue por lo general detenido en  parejas. Adicionalmente, el 66.4 por ciento son delincuentes primarios  con cantidades relativamente pequeñas de droga.(2) 
El  incremento en el número de encarcelados por delitos de drogas se debe  en parte a la aprobación en 2006 de la ley actual de drogas (Ley  11.343/06). Esta ley tiene algunos aspectos muy positivos, por ejemplo  se dejó de castigar con cárcel la posesión de drogas para consumo  personal, y en vez se implementaron penas educativas para este delito.   Pero dicha ley también aumentó la pena mínima para el tráfico de drogas,  de 3 a 5 años de reclusión, y le da una amplia libertad a la autoridad  de decidir quién es consumidor y quién es traficante. La ausencia de una  distinción legal a priori entre estas dos figuras perjudica la defensa  del acusado. “Bajo esta ley, los consumidor de drogas pueden ser  confundidos con traficantes y acabar en la cárcel, en vez de con penas  alternativas como lo pide la Ley”, dice Boiteux. “Así que la ley  está todavía muy lejos de lo que realmente necesita Brasil para lograr  un sistema efectivo, justo y proporcionado”. WOLA y TNI grabaron en un video de 5 minutos el testimonio de un encarcelado que cuenta haber sido castigado como narcotraficante a  pesar de haberse declarado consumidor. La prensa tiene permiso de usar  este video.
“Es más fácil para los policías capturar a los  vendedores en las calles, que se dedican al menudeo, que a los  traficantes, que se dedican al mayoreo. Así, a la pregunta de ‘por qué  sólo están presos los pequeños y (unos pocos medios) traficantes’, en  Río de Janeiro se puede responder que es por la actuación selectiva del  sistema penal brasileño, que criminaliza la pobreza”, concluye Boiteux.
Para más información:
– Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., Coordinadora de Comunicaciones: en Estados Unidos: +(617) 584-1713.
– Vea nuestra video serie mostrando el perfil de las personas encarceladas por drogas.
Notas
(1) Fuente: Infopen. En: www.mj.gov.br
(2) Investigación Tráfico de Drogas y Constitución. Brasília: Ministério de la Justicia, 2009.
Sistemas sobrecargados: Un estudio sin precedentes que compara las leyes de drogas y los sistemas carcelarios de ocho países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay.


 
						


