Las asociaciones cannábicas atribuyen el turismo del porro en Barcelona a la "falta de regulación"
Las dos federaciones del sector denuncian que se desconoce cuántos locales de autoconsumo hay en España porque no hay ningún registro
Miércoles, 23 de julio, 2014
Las dos federaciones de asociaciones cannábicas de Catalunya (Fedcac y CatFAC) han culpado este miércoles a las administraciones del auge del turismo cannábico por no regular los clubes de autoconsumo, de los que se desconoce cuántos hay en España, porque no hay un registro. Los portavoces de estas dos federaciones han hecho estas consideraciones en la presentación del número 200 de la revista Cáñamo, que publica el informe Auge y caída de la prohibición del cannabis, del Transnational Institute y del Global Drug Policy Observatory.
"Hay turismo cannábico por falta de regulación. Se percibe la sensación que todo vale. Las principales responsables son las administraciones por no sacar adelante la regulación", ha señalado Albert Mayol, de Fedcac. Por su parte, Jaume Xaus, de CatFAC, ha propuesto establecer una normativa que recoja el modelo de funcionamiento y autorregulación que siguen estas organizaciones porque no permite el turismo ni el lucro con el comercio del cannabis.
Estas federaciones obligan a sus asociados, no sólo a producir cannabis bajo demanda, sino que no pueden facilitarla a los nuevos socios durante los dos primeros meses, además, de no admitirles como tales hasta pasados quince días.
Este informe defiende la regulación del cannabis como el modelo más prometedor para proteger la salud y la seguridad de las personas y ha sido traducido al español gracias al mecenazgo de 54 asociaciones cannábicas españolas. Jaume Prats, del comité editorial de esta revista, ha señalado que "unos de los grandes problemas que ha tenido el movimiento cannábico es que hay mucho 'listillo' y gente que quiere hacer negocio", por lo que ha reclamado que quienes apuesten por el turismo cannábico no puedan influir en las propuestas de regulación.
Prats ha insistido en la necesidad de acabar con la inseguridad jurídica en la que viven los consumidores de marihuana en España, donde el consumo y la tenencia están despenalizadas desde hace 40 años. Jaume Xaus, por su parte, ha hecho un llamamiento al Gobierno a tener en cuenta el trabajo que ha hecho el movimiento cannábico en los últimos 20 años y la tendencia internacional de regular el comercio de la marihuana.
Las dos federaciones catalanas, que agrupan a unas 60 de las 400 asociaciones cannábicas que se estima que hay en Catalunya, ven con buenos ojos la voluntad de regularlas, que han manifestado la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, pero ven contradicciones entre el trabajo que llevan a cabo con estas administraciones y la realidad policial y judicial.
Xaus ha lamentado "la mala imagen" que arrastran las asociaciones cannábicas y que haya más de un centenar de miembros de las mismas imputados por supuestos delitos contra la salud pública. Ha asegurado que la regulación les daría "legitimidad" y "evitaría el acoso policial, que se nos persiga, se nos arranquen plantaciones y el problema de los robos", de los que son objeto estas entidades. "Cada vez que alargamos la mano nos cortan un dedo", ha comentado Albert Mayol, quien ve una intencionalidad en las intervenciones policiales ocurridas el último mes en dos clubes que han liderado el proceso regulador en Catalunya.
Mayol ha explicado que el Departamento de Interior se comprometió a tener una propuesta de regulación en marzo pero, hasta ahora, "la ha tenido bloqueada" y cree que tras el verano este asunto se podría poner en marcha.