Refrescando la memoria de Costa
En el documental War without end, transmitido por la televisión irlandesa recientemente, Costa manifestó: “Me gustaría recordarle que las Naciones Unidas nunca han utilizado el término ‘un mundo libre de drogas’” (minuto 28:27 del documental). ¿Es eso realmente cierto o se trata de otra de las medias verdades del señor Costa? Es verdad, la expresión no se encuentra en la declaración política ni en los planes de acción de la UNGASS, pero no hay duda de que fue el lema bajo el que la ONU intentó conseguir el máximo de apoyos para abordar el problema de las drogas en su momento.
No recuerdo ver al señor Costa en Nueva York en 1998. Supongo que no estaba allí, pero yo sí estaba. La frase estaba por todos sitios: en la web especial, en los paquetes de prensa, en el infame póster que mostramos aquí y en los numerosos discursos que pronunciaron líderes de todo el mundo en el edificio de la ONU, incluido el del secretario general de la ONU, Kofi Annan, al principio del período extraordinario y el de Pino Arlacchi, entonces director ejecutivo del PNUFID (el organismo antecesor de la ONUDD), al final. Las pruebas, por tanto, sobran, incluso en los documentos oficiales.
Repasemos por ejemplo las actas oficiales del 20º período extraordinario de sesiones. En su discurso inaugural, el señor Annan dijo: “Ya es hora de que todas las naciones digan ‘sí’ al desafío de trabajar en pro de un mundo sin drogas”. (Consultar referencia) Y en su discurso de cierre, Arlacchi afirmó: “Avancemos todos con la determinación de que el compromiso que hemos contraído de trabajar en pro de un mundo libre de drogas irá acompañado de las medidas y los recursos necesarios para garantizar resultados reales y mensurables. Juntos podemos hacer frente a este reto”. (Consultar referencia) [Las versiones oficiales de los documentos utilizan dos traducciones para el término original del inglés ‘a drug-free world’: ‘un mundo sin drogas’ y ‘un mundo libre de drogas’] Arlacchi también publicó un artículo en un número especial del UN Chronicle dedicado al período extraordinario de sesiones de 1998 con el título ‘Hacia un mundo sin drogas en 2008: podemos hacerlo’.
También recuerdo estar en el lanzamiento de una campaña mediática que la ONU había preparado con motivo de la UNGASS. La campaña se presentó con orgullo en la reunión preparatoria que tuvo lugar en Viena en marzo de 1998. En aquel momento, TNI escribió sobre el vídeo promocional de la campaña en el informe Caught in the Crossfire (en inglés): “Una persona de la limpieza entra en una sala vacía del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York para ponerla a punto para una reunión importante. Una voz en off explica: ‘Aquí, en esta sala, los días 8, 9 y 10 de junio, líderes de todo el mundo unirán fuerzas para plantar cara al problema de las drogas’. Mientras la persona de la limpieza rocía con líquido limpiador un globo terráqueo, la escena se funde en la de un estruendoso helicóptero que fumiga con herbicidas. Le siguen a continuación imágenes de cosechas en llamas, soldados fuertemente armas y un campesino procesando café. Al final, la voz concluye: ‘Un mundo sin drogas. ¡Podemos hacerlo!’”.
No está claro que sucedió con aquella campaña mediática. Al parecer, nunca se difundió en ningún lugar. Desapareció tan misteriosamente como la polémica Estrategia internacional para la eliminación del cultivo ilícito de la coca y la adormidera, una propuesta valorada en 4.000 millones de dólares presentada por Arlacchi y el PNUFID. Ahora que el señor Arlacchi ha retomado su carrera como académico independiente y en búsqueda de la verdad, puede que se sienta en la obligación de explicar qué pasó tras las puertas cerradas de las reuniones con los principales donantes o de su oficina.
Ahora, diez años después, la ONUDD parece algo avergonzada de las posturas que asumió en aquella época. Prácticamente no se puede encontrar ninguna referencia a la UNGASS de 1998 en el sitio web de la ONUDD. A lo mejor, ése es el motivo por el que el señor Costa no sabe de qué está hablando. (Aunque hay una referencia aquí, en inglés, que incluye los discursos de Annan y Arlacchi.)
De todos modos, hay que reconocer que el discurso inaugural del señor Costa en la Comisión de Estupefacientes 2008, dedicada a la revisión de la UNGASS de 1998, fue mucho más realista que el sermón de Arlacchi en su momento. Costa destacó que hay demasiadas personas en la cárcel, y pocas en los servicios sanitarios; que hay pocos recursos para la prevención, el tratamiento y la rehabilitación, y demasiados para la erradicación de cultivos; y que no hay suficiente para la erradicación de la pobreza. Costa también hizo hincapié en la importancia de la reducción del daño y los derechos humanos en la fiscalización internacional de drogas para conseguir que ésta se ‘adapte a su propósito’: “Dado que recalcamos los aspectos sanitarios de la fiscalización de estupefacientes, es lógico que la aplicación de las convenciones sobre drogas deben estar en debida consonancia con los derechos humanos. Hasta el momento, se ha prestado poca atención a este aspecto de nuestra labor, lo cual, sin duda, debe corregirse. A pesar de que las drogas matan, no creo que debamos matar a causa de las drogas”.
Así, aunque aún queda un largo camino por recorrer para conseguir un sistema mundial de control de drogas razonable, basado en pruebas, humano y eficaz, en esta última década se han conseguido algunos logros.
Véase también: The current state of drug policy debate: Trends in the last decade in the European Union and United Nations, Martin Jelsma (TNI). Artículo presentado como material de fondo para la primera reunión de la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, Rio de Janeiro, 30 de abril de 2008.